
Ahora hablaba con la Pur por sms y bueno cuando le pregunté si ya venía (esta en Cerrillos) puso un SI seguido de una cara triste y bueno fue cuando me dieron ganas de vivir ese tipo de experiencias… vivir lejos de casa…
Recuerdo que cuando solamente estudiaba, en Generales mi mejor amiga, Francini, vivía en Atenas y ella se quedó viviendo más de un año en mi casa. Disfrutaba como nunca cuando nos íbamos un fin de semana para allá… la atención de su familia… sus hermanos… su hermana… sus amigos… salir a comer con ellos… el mirador… ir al parque y sentarnos a hablar… no sé, algo totalmente diferente…
Me imagino que con la Pur debe pasar algo así como… la felicidad de ir en el bus a la casa… saber que verá a sus padres, sus hermanas… su familia… el pueblo… que la van a chinear, comer comida hecha por su mamá… que cuando llega la noche antes de irse, no tiene ganas de dejar ese calorcito de hogar…
Siempre le he dicho a mi madre cuando hemos ido al super a comprar cosas para mi hermana que vive en US, que desearía vivir en otro país para que me chineen igual jejejeje comprandome galletitas, chocolates, natilla, carretitas y todo aquel antojo que sea posible de cargar en las maletas… debe ser genial saber que viene la family de visiting… y lo triste de verlos irse…
Uno que vive con la family a veces como que no los aprecia mucho, uno como que a veces le gusta estar sola… no sé… no sé… no es lo mismo… insisto, me gustaría experimentar de nuevo eso que sentía cuando iba en el bus a Atenas… alejarse de la ciudad para volver al pueblo… a la familia que lo espera a uno siempre feliz… no es que aquí a uno no lo esperen feliz pero, creo que ustedes me entienden lo que quiero expresar…
"No es lo mismo verla venir que estar con ella" jejeje
...
...
Y para terminar, cambiando de tema un poquito, me gusta bastante el artículo de Tinta Fresca de Proa, en La Nación. Para Ella, de Jacques Sagot y quisiera rescatar esta parte:
"Con la mujer los besos son más complicados. Uno no sabe… si se puede, si no se puede, si la lectura de los signos es correcta, si nuestra vanidad nos está jugando una mala pasada. No es cuestión de agallas. Es que son tan bellas que, igual que la música y la literatura, no deberían nunca ser abordadas por aficionados.
De los labios a los senos, ¡qué distancia! De los senos al pubis, ¡vaya travesía! Y del pubis al corazón mejor ni hablemos: es ahí donde el lenguaje del cuerpo es siempre, por definición, insuficiente.
¿De cuántas maneras amarlas? ¿Tocarles piano? ¿Escribirles algún poema cursi, como de colegial enamorado? ¿Hacerlas reír? ¿Todo ello a la vez? Sin duda. Y algo más: tomarlas como lo que son: personas. Así de simple. Personas, no aditamentos, galardones, amasijos de carne más o menos bien moldeados, hadas madrinas, réplicas de Salomé abocadas únicamente a representar para nosotros el eterno número de la caída de los velos.
Las sueño fuertes. Seductoras, claro que sí, que la seducción es una de las más bellas formas en que pueden explorar sus propios poderes y expresarse a sí mismas, pero no congeladas en un almanaque, prisioneras de la foto denigratoria, de la revistuca que las envilece.
Nunca son menos bellas las mujeres que cuando deben hacer las veces de fantasía masturbatoria de mil cretinos."