¿Maldición o no?

"No es la maldición, es el poder que se le da a la maldición".

Fue la moraleja que aprendió Billy después de escuchar la historia de su maestra de Horticultura, esto en la película llamada Penélope (que pueden ver en la página que les recomendé ayer).

¿Cuántas veces nos ahogamos de agua por puro placer? Si, puro placer, ganas de hacerse uno mismo la vida imposible, difícil.

Tenemos un problema y le ponemos cabeza, manos, patas y hasta rabo cuando de verdad no es tan grave. Cuando el poder de solucionar las cosas está en uno mismo y no en los demás como creemos. Pensamos que el primer paso lo deben dar los demás cuando es uno quién debe darlo.

En la vida nos vamos a topar con cada obstáculo... tangible o no... una oportunidad para probarnos a nosotros mismos que podemos salir adelante. Bien se dice que Dios (la vida, destino, Alá, en lo que usted crea) no nos manda pruebas que nosotros no somos capaces de sobrellevar, pero como siempre, a veces nos ahogamos en ese vaso con agua (yo diría que es una cucharita con agua), no vemos la salida cuando solamente debemos ponernos en pie... pues no era tan profundo como creíamos...

Si pensamos en que algo es difícil, en que no tiene solución, en solo el lado malo de las cosas pues eso vamos a obtener... en eso estamos gastando las energías, en eso nos la vamos a pasar... pero... si vemos cada obstáculo (o "maldición") como una forma de salir adelante, de dar lo mejor de uno, de pensar que eso nos pasa por una buena razón... le quitaremos sin duda el poder a esa maldición y podremos caminar más libremente... más liviano... más felices...

Insisto... "No es la maldición, es el poder que se le da a la maldición".