viernes, 21 de octubre de 2011

Ese "algo" en el ambiente


Aquella madrugada de... una madrugada igual que muchas otras.  El teléfono suena, un mensaje de texto y  la invitación (autoinvitación) del que envía el mensaje para pasar un rato... con vino en mano pasa y para evitar molestar a otros se escabullen en el cuarto.

Cualquier otro día se hubiese echo un puño a su lado mientras pasan los canales de televisión y hablan de cualquier vanidad... después de todo, ahora no falta tema de conversación: está la sele, el equipo de fútbol, el precio de las entradas, las lluvias, los desastres naturales, Gadafi, los conciertos, el trabajo, la pareja, el dólar... pero algo le dice que es  mejor él en la cama y ella en la silla.

Una, dos, tres, cuatro horas más tarde y luego de uno que otro silencio incómodo (al menos para ella), él se marcha... ella ve como camina rumbo a su casa y se ríe, se siente como cuando esos amantes deben escabullirse aún con los primeros rayos del sol.

Una tarde cualquiera, igual que  muchas otras tardes suena de nuevo el teléfono, un mensaje de texto:

"Está con ganas de hacer el amor"

Silencio.  Confusión. ¿De qué está hablando? ¿Se equivocó?

Otro sonido, otro mensaje:

"Si estoy aquí así, imagínese si la veo... no hay nada de malo en hacer algo con una buena amiga, ¿verdad?"

Ok.  Entendió el mensaje y si... aquella madrugada no era algo en el ambiente... fue su sexto sentido...




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