sábado, 29 de julio de 2006

Ahorrar energía



Dos rabinos tratan, en todas las formas posibles, de llevar alivio espiritual a los judíos de la Alemania nazi. Durante dos años, aunque muertos de miedo, engañan a la Gestapo —la temible policía de Adolf Hitler— y llevan a cabo oficios religiosos en distintas comunidades.

Finalmente los descubren y los llevan presos. Uno de los rabinos, aterrado con lo que pudiera sucederles de ahí en adelante, no cesa de rezar.

El otro —al contrario— se pasa el día entero durmiendo.

—¿Por qué estás actuando así? —pregunta el rabino asustado.

—Para ahorrar mis fuerzas. Sé que las voy a necesitar de ahora en adelante.

—¿Pero no tienes miedo? ¿Es que no sabes lo que nos puede pasar?

—Estuve en pánico, hasta el momento en que nos apresaron. Ahora que estoy en esta celda, ¿qué gano con tener miedo de lo que ya ha sucedido? El tiempo del miedo acabó; ahora comienza el tiempo de la esperanza.

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