La Avenida

Era una tarde de noviembre. Con bufanda negra alrededor del cuello, caminaba en la Avenida Central. Los aires navideños hacían una excelente combinación con las vitrinas de las tiendas. Cada año se adelanta horas y días la navidad… llegará un momento en que el año sea una navidad eterna y que pereza, pensaba.

Se detuvo en frente de la Universal… de los libros… una de sus pasiones… una de las tantas… su vida era a veces muy apasionada y si ella fuera honesta consigo misma, vería que eso no le molestaba.

Rayuela… mmmm… lo tengo online… que más… escritores ingleses… -una risa se le escapó de sus labios… no quería resultar víctima de un pervertido en un bus…- mejor ese libro no…

Mientras se calentaba para no sentir ese frío en las manos miró el reloj…

Ya es hora… -replicó y continuó su caminata al este…

Caminaba cerca de la fuente, entretenida en su mundo… sus pensamientos… cuando entre la multitud creyó ver una cara familiar… ¿Será?

Se detuvo. La gente no. Pasaron apenas 30 segundos pero para ella fueron una eternidad… ¿será posible?

Caminaba hacia ella un hombre… joven… contextura normal… cabello corto… ojos cafés… piel blanca… con una sonrisa que deslumbraba…

Estaban frente a frente. Ninguna palabra por otros eternos 30 segundos.

-Te ves hermosa
-Gracias, tu te ves bien también…
-Un café?
-Uno…

Un café con amaretto justo como le encanta, para ella.

Un café frío para él como siempre.

No fueron otros 30 nuevos segundos, no. Fueron 60 minutos…

A las miradas y las mariposas en su estómago solo le faltaron los besos…

A su admiración y cariño solo le faltaba el sexo…

-¿Libre?
-¿Por qué?
-Curiosidad…
-La curiosidad mató al gato…
-Eres un caso.
-¿Tu crees?
-Si… por algo no seguimos juntos…
-¿Si? ¿Tan diferente somos?
- Digamos que si yo soy luz, tu eres sombra… Pimpinela...
-No empieces con la canción… si yo soy calma, tu solo discordia…
-Si yo soy paz, tu eres guerra…
-Si yo soy gato, tu te vuelves perra…
-Y me lastimas y te rechazo…

- Pero termino siempre en tus brazos quiera o no quiera- dijeron al mismo tiempo…

Hubo silencio… el tiempo se detuvo por fracciones de segundos…

El esperaba el beso, lo iba a buscar y de repente…

-La diferencia es que yo si puedo vivir sin ti…- Le dió el último sorbo al café y se alejó…- Hasta el próximo café… -Guiñó el ojo y se despidió con la mano

-¿¿¿Café???- Gritó él

-Café… Cerveza… Vino… Copa… Botella… hasta el próximo… el de hoy ya se terminó…- y se perdió ella entre la gente.