No sé explicar este sentimiento tan hijueputa que siento. Este dolor tan inhumano que te hace sentirte más vivo que nunca, más frágil, más...
Respiro. Oro. Vuelvo a respirar. Vuelvo a orar. Y el ciclo sigue, porque si para la que se quiebra en llanto soy yo.
Soy fuerte. Muy fuerte. Demasiado fuerte. Y me siento en una cirugía de corazón abierto donde agonizo a ratos...
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