Tomó un sorbo de la botella de agua, su mirada se perdió através del parque, su semblante estaba tranquilo, aunque fuera un problema bastante grande, no podía hacer nada ahora... ¿y antes? Ya no importa...
Tragó grueso, su respiración era suave, honestamente ya no estaba preocupada... "a lo hecho, pecho" dijo en voz alta como para darse valor, darse fuerza y bueno seguir firme en su punto de vista del asunto.
Esperaba la llegada de su amiga. Una amiga de ya hace algún tiempo o no, era una amiga al fin. Necesitaban hablar. Necesitaba escucharla, necesitaba decirle algo. Y es que tenía que contarle, debía contarle como sucedió todo, debía dejarlo salir y que alguien la escuchara, quién mejor que ella...
Le contaría que nunca lo planeó... que no sabe tampoco como una cosa llevó a otra, ¿será el licor? ¿la fiesta? ¿el par de piezas que bailaron la primera vez? Seguro algo que se fue dando en el día a día, compartir oficina, almuerzos, cafés, smoke breaks, mandados a la pulpería, algunas reuniones hasta tarde, confidencias esas que a veces uno no piensa mucho pero que confía rápidamente en ese compañero, ese mismo que se va convirtiendo en amigo...
La noche se pronosticaba tranquila en el bar, solo iría por un par de tragos... bueno talvez dos pares pues hace tiempo no se lo echaba. Compartieron con todos los demás compañeros hasta que uno a uno se fueron y quedaron solos. La noche era joven y la mañana siguiente no era necesario levantarse temprano, ¿porqué desaprovechar la fiesta?
Una copa más... el roce de su mano en la cintura al dar las vueltas en el baile... esas miradas que se vuelven cristalinas, brillantes, esas sonrisas pícaras, esas confidencias que se van contando poco a poco al oído... todo eso fue acercando los cuerpos...
Sin querer ese roce de labios... los paralizó, se volvieron a ver... miraron sus pupilas y se perdieron... se perdieron en besos... en caricias... era una desesperación que empezó poco a poco... lo notaron cuando llevaban minutos bebiendo de ambos labios...
Al separarse hubo un silencio... sus manos seguían juntas... él la agarraba de la cintura y no la alejaba... fue inevitable... cuando se dieron cuenta la puerta se cerraba a sus espaldas, la blusa desabotonada caía al piso, su mano dentro de su jeans buscaba su sexo húmedo mientras una de sus manos acariciaba la espalda y la otra bajaba el zipper.
Si la noche fue joven en el bar, la madrugada fue eterna. Lo hicieron una vez en la entrada arrecostados a la puerta. La segunda apenas les dió tiempo de llegar al sofá. La tercera fue en la recámara frente al espejo y de espaldas... la cuarta, quinta no las contaba ya... ambos cuerpos emanaban de sus poro sexo, deseo, lujuria, pasión y esas ganas... esas ganas que no pudieron controlar...
Terminaron en la ducha, jadeando mientras el agua recorría sus cuerpos... de solo recordar ya tenía la garganta seca y el agua se le había acabado. La vio venir a lo lejos, era ella, su amiga. Tranquilamente y con la mente un poco más calmada de tanto recuerdo trató de incorporarse pero su amiga se le tiró a llorar en sus brazos...
"Amiga..." -lloraba inconsolablemente- "Amiga... no lo vas a creer... me fue infiel... ¡si infiel! Ese infeliz se acostó con alguien en el día de la fiesta de ustedes del trabajo..."
Magistral... de lo mejor que te he leído.
ResponderBorrarme dejas callado... como siempre... es de lo mejor que he leido en un blog en muchisimo tiempo y no podia ser de otra persona que vos.
ResponderBorrarSaludos Palas:D
Auuuuuuuuuuuch!!
ResponderBorrarLa verdad es que tengo un nudo en la garganta. Se pueden comentar muchas cosas, pero no, mejor no.
Excelente, hacía falta esto por acá.
ResponderBorrarSaludos...
que onda como estas espero que bien, buen post me gusto mucho saves.
ResponderBorrarnos vemos cuidate.