Las cobijas se pegaron más de lo habitual... "Maldita sea..." dejó escapar de su boca mientras se tiraba de la cama. Sus libros no los encontraba por ningún lado, increíble, pensaba mientras tomaba apresuradamente de su café, se vestía y se ponía al mismo tiempo el abrigo.
Este clima lo ameritaba. Gris, una mañana demasiado grisácea. Con lluvia. Sin paraguas. En carreras. Sin libros. Así salió a la calle resignada. Suficiente con quedarse unos minutos más en la cama y es que si la asistencia a clases no la tomara en cuenta el profe, ni se hubiera preocupado por salir del calor de su pijama y cama.
En bus lleno. Hasta la coronilla de gente mojada, sudada, dormida, incómoda y más ese tipo que tenía a la par que le puso prácticamente el paraguas encima del pantalón. Por pereza de gastar energías en personas que no valía la pena, no le dijo nada.
Se bajó y por poco se va en el charco que estaba en la parada. Una de esas palabras se le escapó de la boca, nada como un chofer que no se detenga por completo en la parada y tengas que tirarte rápidamente sino te lleva en banda.
Corrió por la acera de la U hasta llegar a la facultad. "Puta... la clase ya empezó" y la tipa esa que casi no le cae bien para variar se sentó en su campo. Bueno en el campo que acostumbra a sentarse y ella lo sabe. Ahora buscar un asiento atrás y nada... ni modo, será en medio...
Incomodó a tres personas que estaban concentradas en la clase hasta que llegó al único asiento disponible. Se hizo casi que tirada, buscó el cuaderno en el bulto y luego lo hizo tirado en el piso. Notó que el profe la miraba y se puso algo incómoda hasta que...
"Hola". Una voz familiar pero que nunca había escuchado que le hablara. Ese chico... uyyy.. ese chico que le gustaba. Si irónicamente se levantó tarde, no desayunó más que el café, casi no lo logra en el bus para ahora finalmente sentarse al lado de ese hombre... ¡apuesto que estaba toda despeinada! pensó.
La clase continuó y ella por más que quiso no logró tomarle el gusto. Entre nervios y cabeceos. Que fatal, cabecear en la clase que llegas tardes sin libro... al lado de él... aaaawwww... un bostezo tras otro... al lado de él...
Sin querer entregada en brazos de Morfeo arrecostó su cabeza en el hombre del muchacho. Él al principio ni le dió pelota, estaba concentrado como todos los días en clases pero... ese olor a perfume, esa chica durmiéndose... pasó su mano alrededor del hombro de ella y la acomodó para que descansara en paz. Una desconocida si, pero pobrecita, debió estudiar mucho... ¿o se pegó la fiesta? Rió para sus adentros y continuó poniendo atención en clases. Un bostezo... otro bostezo... hey, yo nunca bostezo pensó...
El profesor continuaba su clase como todas las semanas pero en una que otra que caminaba, no pudo evitar mirarlos en medio de la fila de estudiantes. Cierto unos medio dormidos, otros completos, unos poniendo atención, otros en otra cosa, a él no se le escapaba nada y menos ese par...
"Aaaaww... que tiernos" -dijo el profesor- "miren, están faltos de calor humano..."
Palas buenisimo me encantó ,que dicha que pasé por aquí.
ResponderBorrarmuy lindo de verdad palas...
ResponderBorrarbesos para ti
Está agradable la historia!
ResponderBorrarSaludos Palas
Helloooooooooooooooo.
ResponderBorrarAmiga el segundo dibujo es tuyo?
Yo creo que sip... o nop?... o sip?
Bueno pasè a leerte te dejo un abrazo grande si, cuidate mucho.
muy linda la historia ^^me encanto!!!!!!!!!
ResponderBorrarjeje esta bonita... y que profe más metiche!! jaja
ResponderBorrarPalitas que bueno , me encantó!!!
ResponderBorrarAqui poniendome al día con los blogs!!!
Saluditos!!!!!!
Palas!!!!
ResponderBorrarViolando mi intimidad!!! Y el secreto de confesión! jjajaja
Debo confesar con todo la pena del mundo que si!!! apenas lo ví pensé que de seguro estaba despeinada (más de lo normal) y que mi cabello iba a comer mi cabeza por que por más memoria que hice no pude recordar haberme peinado...
Bruja!!! es lo que es usted, una de las frases insignia del profe es que a él no se le escapa nada pufff
Saludos y gracias?