miércoles, 29 de julio de 2009
Historias de la calle
La fría brisa de la noche acariciaba su cuerpo. Miraba la lo lejos una calle solitaria y suspiraba... la noche parecía que iba a ser una de esas, largas y frías sin nada de diversión pero sobretodo plata.
Se acomodó en el brazo izquierdo la cartera, esas que son de mujer que fijo andan de todo aunque no lo aparentan. Un cepillo para el cabello, una botella con agua por si le daba sed, la billetera con un poco de efectivo, unas cuantas monedas, unos chicles, un espejo, las sombras y el arma...
Un pequeño ventanal se le coló entre la falda y dió un pequeño brinco, a la vez le anunció que a los cien metros venía una pequeña van... un posible cliente por lo que puso su mejor pose, se acomodó las botas blancas y la blusa dejando ver en gran parte sus senos y esperó...
El carro se acercaba sigilosamente... despacito como queriendo la cosa y no... como esperando que nadie conocido los reconociera en ese momento, pero la calle estaba sola, eran ellos y "ella" por lo que se acercaron...
- Hola mi amor... -dijo con una voz sensual y fina... fina para ser un hombre...
- Mi amor, ¿qué tiene por ahí para enseñarme? - dijo un hombre en tono vulgar y corriente, sacando la cabeza por la ventana y perdiendo la mirada en sus senos - vamos, cariño acércate para verlas mejor...
Se hizo de rogar, a pesar de que parecían dos clientes no quería parecer tan fácil... al rato se acercó a la ventana para ver al conductor más de cerca, el cual casi no pronunciaba palabra pero se le notaba que andaba excitado.
- ¿Qué andan buscando dos hombres como ustedes?-dijo casi ronroneando...
- Algo que nos haga sentir más hombres... ¿no me vas a dejar ver? ¿si te doy dos mil me dejar ver ese par tan bueno que tienes? -dijo el acompañante del carro, sacando de su billetera la plata y entregándoselo en las manos mientras le tocaba los senos encima de la ropa.
Se alejó un poco de la ventana y procedió a descubrir sus pechos, firmes, más firmes y levantados que una mujer de verdad... la maravilla de las cirugías pensó mientras acariciaba sus pezones provocándoles para que finalmente se decidieran a pasar un rato juntos.
El tipo no pudo pensar otra cosa que palabras obscenas las cuales salieron de su boca y la de su compañero... si, eran de esos hombres que se burlan con sus amigos de los "playos" y los trasvestis pero ahí estaban... seduciendo a uno...
De repente miró que algo se movía en el asiento de atrás del carro, ella se extrañó pero aún estaban en el juego y disimuladamente se acercó para ver que era lo que se movía... su rostro empalideció...
Subió su blusa y empezó a proliferar miles de insultos a los dos hombres...
- Pervertidos... degenerados... ¡que clase de hombres son! Lárguense hijueputas... tengan su dinero, desgraciados...
Mientras trataba de golpearles con la cartera, manotazos y cualquier objeto que se encontrara en la calle se los tiró. Después del despelote que estaba causando en media calle, salieron de la nada otros como ella que se acercaron a ver que pasaba, iban a socorrerla. El carro arrancó de un solo y chilló las llantas en el pavimento, brincándose hasta el semáforo en la siguiente esquina y doblando a la derecha.
En ese instante iba despertándose por tremendo alboroto una niña de ocho años...
P.D. Y luego dicen que los degenerados son ellos...
Que te dire... OMG!! Maes asi sobran... gente asi sobra (tamb mujeres)... es la asquerosidad de doble moral que es tan comun en nuestra sociedad en estos dias. Sencillamente sin palabras, no hay mas que decir.
ResponderBorrarMe encanto tu forma de escribirlo, la critica esta genial.
Besos!!
PD. Por fin hice el meme... tarde pero seguro! ja ja ja ja!
Excelente historia Palas! Lo q le espera a esa niña de 8 años... Saludos!
ResponderBorrarComo me cautivo esta tan real y cotidiana historia, tu tono es el ideal Besossssss Tigris ;)
ResponderBorrarPobre niña.
ResponderBorrarPero la forma de contarlo fue genial.
Saludos...
clap,clap,clap. Buen post palitas,reañidad de todas las noches en nuestro pais!
ResponderBorrarMuy bueno Palitas!!
ResponderBorrarSaludos,
¡Me encantó! Buenísima crítica. Saludos.
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