Era de noche, la brisa fría recorría el puerto.
Él con su vaso de whisky en una mano y con el corazón en la otra. Daba pequeños sorbos a esa bebida que sabía más a lija que otra cosa, viajaba lastimando su garganta, transportando hasta el fondo de su estómago los recuerdos para que se fundieran en el ácido.
La luna, una exhibicionista, bailaba al ritmo de las olas del mar, dejando estrellas al pasar. Él seguía su rastro, admirando su belleza, la misma de otras noches... la misma de esa noche y otras más... fue la única que se ofreció para olvidar (¿ o recordar?).
Media botella del whisky barato... la música en vivo del trovador, en su tiempo grande pero ahora un simple mortal que toca en las noches en el bar del puerto para los marineros, para las putas, para los perdidos, para todo aquel que se escondían bajo el oscuro manto de la noche a la orilla del mar.
Ese olor a colonia barata... esos licores baratos... esas mesas de madera... esos cuadros de veleros antiguos... esas telarañas... algunos ratones correteando por el piso... esas bocas medio agrias, comestibles solo con alcohol...
Ella se le acerca sigilosamente y le acaricia la espalda. No siente nada. La ignora, sigue tomando... un sorbo... dos... un hidalgo y llena el vaso una vez más... Se inclinó para darle un beso, buscó sus labios y estaban fríos... ya no sabían a miel como esas noches en el colchón, ahora solo a alcohol barato... le observó en silencio unos segundos y nada...
Acarició su brazo mientras una lágrima bajaba por su mejilla... quería decirle muchas cosas pero ni una sola palabra pudo balbucear... su maquillaje se corría y solo atinó a salir corriendo por la puerta del bar. Hasta caer rendida en la arena y llorar hasta la última lágrima... luego se arregló para ir a la esquina a trabajar...
Mientras él terminaba su botella, el cantinero le traía otra pero su mirada seguía perdida en el mar... de fondo una pieza conocida sonaba nada más...
Amo el amor de los marineros
(Pablo Neruda - Joaquín Sabina - Antonio García de Diego)
Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.
Amo el amor de los marineros que besan y se van.
Dejan una promesa, no vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.
Desde el fondo de ti y arrodillado,
un niño triste como yo nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra,
veré en los tuyos lágrimas un día.
Amo el amor de los marineros que besan y se van.
Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.
ayyyy el amor de los marineros que envidia poder amar asi aunque que dilema se le dira amor o aventura???
ResponderBorrar"para q nada nos amarre q nada nos una..."
Besos!!!
Buen texto, excelente canción y un poco de asco ya que el whisky en un puerto sabe terrible por la cantidad de sal que hay en el ambiente... pero bueno... al tipo le gustaba...
ResponderBorrarEn verdad, me gusto mucho el texto... no se porqué me imaginé Quepos...
Un Saludo
Lo logras, y lo haces parecer sencillo. Excelente texto.
ResponderBorrarSaludos...
o0h!! Pablo Nerudaaaaa :O...
ResponderBorraraunqe me qedo cn Bishop jeje
waaaaa...Marineros... puff...
en realidad no dejan de ser hombres
u.U
pero..una historia así, un hombre así de frío sería capaz de haceerme sufrir...
pero...hay algo que no sabes de mí.
Soy un tanto aficionada al mazoqismo ii buena para literatura erotica!
ezo zin contar que Masosh ii Sade son de lo mejor...
Pero...un marirnero no me daría esa candidez e inocencia...mezclada con amargura y odio...
así que dejo de lado esa pasión.
Pero, en sí el texto me encanto!!!
las escenas se describen perfectamente!
se siente el viento, el assqueroso aroma y dolor de una cantina y una mujer enamorada!!
OMG! lo amepues!!
Pero sí... regresando a lo de mi blog... en verdad!!
La normalidad no existe u.u,
solo existe la coincidencia y la situacion.
Pero bla blabla!!!
sería mucho rollo y yo tengo qe ir a beber con mis amigos, así que.. nos vemos pronto.
gracias por la firma.
:)
biie
Doble aplauso! El post esta genial, me meti en la historia de una manera particular, al punto que casi pude sentir el sabor de la botella y escuchar la cancion sonaba de mas ;)
ResponderBorrarY la cancion... buenisima.
Gran post Palis. Cuidate mucho amiga. Feliz semana!
Uyyyy, Palas que post, simplemente me dejaste sin palabras, el post me trasporta, además de esa canción maravillosa, de verdad gracias, excelente!!! Un abrazo cuídate!!!
ResponderBorrarQue grande es mi imaginación!!! Yo si soy de Puerto Quepos, y esa es una descripción perfecta de lo que se vive muchas veces en las cantinas de los puertos, esto me hizo recordar a un señor en Puerto Quepos que lleva ese tipo de vida... realmente me transporte dentro de ese relato y casi hasta podía sentir la brisa y la arena del mar bajo mis pies. Woooooooouuuu que relato tan fascinante!!!
ResponderBorrarSalu2
La apatía mata, el amor se desintegra, nada mas...
ResponderBorrarSaludos ausentes.
ayyy palitas, q falta me hace bloggear como la gente!!!
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