Noche de luna

Miraba a la luna fijamente. Había un silencio que solo se escuchaban los ruidos de una ciudad de noche: la brisa, las sirenas a lo lejos, el agua corriendo debajo del puente y los carros que pasaban a lo lejos.

Sentía odio… gran odio…

Viéndo la ciudad prometió no dejar esto sin vengar porque le dolía… y mucho…

Se había entregado, completa… ella lo amaba… su mundo pasó a girar alrededor de él… hace meses atrás había jurado no repetir esa experiencia pero sus besos, sus atenciones, sus llamadas, su mirada y sus cálidas caricias había debilitado ese muro que guardaba celosamente su corazón.

Dos meses después se encontraba sola, llorando en cólera junto al río que acariciaba de lado la ciudad. Se encontraba impotente… sin saber qué hacer realmente…

Lo menos que quería ahora era escuchar un “te lo dije” de su mejor amiga… o de cualquiera…

Esta noche de luna llena había pensado sorprenderlo, celebrar esos dos meses pero la sorprendida fue ella al encontrarlo junto a una “amiga” en su oficina… esos gemidos que escuchó al abrir la puerta… esas palabras sucias que salían de su boca pidiéndole más a esa otra mujer… no ocupaba ver la escena pero su impulso pudo más y de un solo abrió la puerta… ahí estaban… desnudos… ella apoyada al escritorio… con una cara llena de satisfacción… él desnudo dentro de ella, en esa posición que tantas veces él le pedía pero ella se negaba… los gritos y gemidos pararon al verla entrar… cinco minutos después ella salió corriendo sin que nadie pudiera detenerla…

Ahora se encontraba ahí… las lágrimas ya no caían por sus mejillas… se limpió los ojos… se acomodó ese abrigo blanco con puntos negros que recién había adquirido para esa noche… esa bendita noche…

Tengo que devolverla, pensó mientras se alejaba a su casa, eso si, antes debo quitarle éstas manchas rojas…

A lo lejos las sirenas, ya estaban en la oficina…