No sé explicar este sentimiento tan hijueputa que siento. Este dolor tan inhumano que te hace sentirte más vivo que nunca, más frágil, más...
Respiro. Oro. Vuelvo a respirar. Vuelvo a orar. Y el ciclo sigue, porque si para la que se quiebra en llanto soy yo.
Soy fuerte. Muy fuerte. Demasiado fuerte. Y me siento en una cirugía de corazón abierto donde agonizo a ratos...
Soy fuerte... soy fuerte... soy fuerte
Me repito una y otra vez. Es imposible negar que hay cosas que están conectadas a otro nivel y lo siento. Mis dolores tienen explicación científica pero también en otro sentido... la detesto.
Deseo que le vaya bien ya para que desaparezca. Para que no me haga daño. Soy fuerte y siento que esa capa extra que tenía antes se ha ido debilitando. ¿Será que he bajado la guardia?
¡No es justo! ¡No se vale! Hago berrinche y no sé si son buenas noticias para mi o no... talvez hago drama por nada o ¿es que tengo razón?
Dios... por favor... ¡soy fuerte! Have mercy on me!!!!
